Distingo cuatro clases de oficiales del ejército: los inteligentes, los tontos, los trabajadores y los vagos. Los inteligentes y trabajadores, son para el Estado Mayor, los otros los tontos y vagos, forman el noventa por ciento de todos los ejércitos y son muy aptos para las tareas de rutina. El que es inteligente y , a la vez vago, se califica para las más altas tareas de mando, pues aporta la claridad mental y el aplomo necesario para tomar decisiones de peso. Del que es tonto y trabajador hay que protegerse; en ese no se puede delegar ninguna responsabilidad, pues siempre causará alguna desgracia.
General Hammerstein